domingo, 21 de julio de 2013

Capítulo 6




El atardecer llegó pronto y tuvimos que irnos. Por el camino Sam y yo íbamos los últimos, en silencio.
No sabía que estabas en un equipo de volley. empecé yo.
No es que hayamos tenido mucho tiempo para hablar. bromeó y yo puse mala cara Vaya, lo siento.
Volvimos a quedarnos es silencio. Yo me fijé en los de delante. Daniel cogía por el hombro a Helena y reían. Las demás chicas iban con los amigos de Sam charlando tranquilamente.
Me di cuenta que mientras estaba observando a los demás, Sam no había separado la vista de mí.
¿Te apetece dar un paseo? A solas. puntualizó dejando caer la mirada en los que iban por delante nuestra.
Claro.
Doblamos una esquina y los despistamos, quedándonos solos. El móvil de Sam empezó a sonar. Se disculpó y dejó que yo avanzara unos pasos.
En el tiempo que él estaba hablando y yo estaba sola, rocé el collar, que brilló y en unos segundos volvió a ser mate.
“¿Harmonía, eres tú?”
“Sí, madre. He aprovechado que estoy sola para hablar contigo. Lo he conseguido.”
“¿Ya tienes la piedra?” preguntó ilusionada.
“No, madre. Estoy saliendo con Sam, el chico de la piedra. Tan solo es cuestión de tiempo.”
“Pues apresúrate. Llevas demasiado tiempo en Hawaii y necesito la piedra” tosió mientras hablaba.
“¿Estás bien mamá?”
“No muy bien, hija. Por eso necesito la piedra ya”
“La conseguiré tan pronto como pueda. Tengo que irme, Sam se acerca.”
“¿Estás con él? Consigue la piedra. Ahora. Como sea, Harmonía. Por favor” me rogó. Ella nunca rogaba.
Y todo se quedó ahí. Me quedé preocupada. ¿Mi madre se estaba muriendo por qué no tiene las piedras? Esta tarde intentaría conseguirla
Siento haberte hecho esperar. se disculpó.
No pasa nada, me ha dado tiempo a pensar unas preguntas para que te conozca mejor. Empiezo.
Me parece bien, pero tengo el mismo derecho a conocerte yo también. Por eso tú me vas a responder también a una pregunta.
Estaba bien. Una tú, una yo. Es un trato justo. –tendría que pensar rápido ¿Aficiones?
Volley, cine y ahora mismo tú terminó y yo me quedé callada. Me toca. ¿Dónde vivías antes?
No tenía que haber aceptado que me preguntara. Tendré que inventarlo todo.
Pues… de España. dije, intentando sonar creíble con una sonrisa.
Bonito país. No me habría imaginado que fueras de allí. ¿Y por qué viniste aquí?
Hawaii siempre me ha impresionado y necesitaba un cambio de aires sí, era eso. Cambio de aires. Cambio del Limbo a Hawaii…
¿Y tus padres? ¿Nos los echas de menos?
Murieron en un accidente. inventé
Lo siento. No quería… se disculpó.
No pasa nada. Está superado. lo tranquilicé Y ahora qué me doy cuenta, me has hecho tres preguntas y yo ninguna. dije frunciendo el ceño.
Soy muy manipulador, como te habrás dado cuenta.
Pues entonces ahora me toca a mí. Pensaba en que podía preguntarle, pero no se me ocurría nada ¿Cuánto tiempo llevabas con Diana?
Vaya, pues hacíamos 1 año este mes. se sorprendió por la pregunta, pero no le importó responder.
No me gusta romper parejas. Pero al situación lo merece y Diana no me caía bien. Bueno vale no la conocía pero el primer día me gritó y no me agradó.
¿Eres rubio natural? intenté hacer la gracia.
¿Qué pregunta es esa? rió Pero sí, soy rubio natural. Te queda una pregunta. Piénsala bien.
¿Dónde vives?
Vivo a dos manzanas de aquí. ¿Quieres venir? Era la oportunidad perfecta de conseguir la piedra.
Sí, claro dije mientras asentía con la cabeza.
El camino se hizo corto. Íbamos cogidos de la mano y de vez en cuando él se me quedaba mirando y yo lo miraba a él. Me iba a costar muchísimo dejar todo esto. No me gusta estar engañándolo. No me gusta hacerle daño.
Sam se detuvo frente a una gran casa, parecida a la de Helena, pero más grande. La fachada era de piedra rojiza y unos grandes ventanales cubrían toda la parte delantera de la casa.
Sacó unas llaves del bolsillo y abrió la cerradura. Me dejó pasar a mi primero. Esperaba encontrarme una entrada pero dirigía directamente al gran salón, bien decorado. Al fondo había una gran cristalera que daba al jardín. A mi derecha estaba la escalera de madera en forma de caracol y a mi izquierda había un arco que daba paso a la cocina. Enorme también.
¿Te gusta? preguntó mientras se dirigía a la cristalera.
Es grande respondí impresionada.
Bueno ya. Sí, es grande rió y abrió la cristalera por donde entró una ráfaga de viento Ven, te voy a enseñar lo mejor de la casa. Mi lugar preferido.
Lo seguí hasta el filo de la puerta y me quedé ahí parada. Ese lugar era precioso. Todo estaba cubierto de plantas de todos los colores. Un gran árbol estaba al fondo. Al lado del árbol había unos columpios. Y de los columpios al árbol había atada una hamaca donde fue a sentarse Sam.
Me miró y me señaló un lado de la hamaca para que lo acompañara.
Fui hasta él y me senté a su lado. Pasó un brazo por mi hombro y se quedó mirando el interior de la casa.
¿Ya me conoces mejor?
Sí. Un poco. le dije mientras empezaba a darme besos por el cuello.
Me alegro. Tenemos tiempo de conocernos, no te preocupes.
Ese era el problema. Yo no tenía tiempo. Ni para él ni para nadie. Pasó de mi cuello a mi cara. Ahora le tocó a mis labios. Me cogió de la cabeza para acercarme y yo aproveché a dejar caer mis manos en sus piernas, cada vez más cerca de los bolsillos. No tenía ni idea de donde tendría que tener la piedra pero seguro que la tenía encima. Tiene que llevarla.
Pasó a besar de nuevo mi cuello y yo gemí. Aquel pequeño gritito que hice le gustó y me mordió la oreja.
Empecé a tocar todo su cuerpo y él se dio cuenta de que estaba tocándolo pero no de la manera que él esperaba. Sabía que buscaba algo.
Charlotte, ¿qué buscas?
¿Dónde está la piedra? grité, eufórica.
¿Qué piedra? ¿De qué hablas?
Mierda. Él no la tiene.

4 comentarios:

  1. Tiene que tenerla. ¿Entonces, Afrodita morirá? No puede ser. Sam miente. Charlotte, corre y busca la piedra, da igual lo que te digan, hazme caso.
    Un beso enrome y no me dejes con esta ansia de saber más :)

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  2. ¿Cómo no va a tener Sam la piedra? Wow, me has dejado intrigada... ¡Ya quiero leer el siguiente capítulo! Sigue así :))

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  3. ¿Por qué le tenías que preguntar? Esa fue una mala jugada... ¡Y tiene que tenerla! Que si no la historia se nos termina xD. No me puedo imaginar el cómo va a reaccionar Sam...
    Me gusta mucho cómo está yendo todo, cada capítulo me deja más intrigada, y ya no puedo esperar al próximo.

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  4. SuperUltraMegaInteresante he descubierto el blog hoy y ya estoy atrapada...¿Sam no tiene la piedra? te sigo;)

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